Todo aquello que nunca te dije. Editorial Siete Islas, 2019.
A veces todos tenemos cosas que decir pero que no decimos. O bien por falta de seguridad, o de atrevimiento, o incluso por no saber formularlas de un modo coherente ante la emoción que nos despiertan.
Una de las facetas que más me atrae de la escritura es poder explorar la psicología y las necesidades de los personajes y, si te fijas, en todas mis novelas, incluso en las que aparentemente pueden ser más de terror o suspense, siempre hay espacio para la duda, la humanidad, los sentimientos.
Siempre digo que el escritor de suspense es igualmente escritor de todo, ya que entre sus páginas los personajes, sí o sí, se enamoran, sufren o pierden. En 'Todo aquello que nunca te dije' intenté dar la vuelta al esquema habitual y en lugar de idear una novela de suspense que contuviera elementos románticos, construí una novela romántica que poco a poco se va ensombreciendo hasta descubrirse como un thriller apasionante.
Con un tono explícito que recuerda al cine de David Lynch, frecuentes referencias musicales y protagonismo indudable para mi localidad, Playa Blanca, al sur de Lanzarote, 'Todo aquello que nunca te dije' es una novela muy personal, diferente, a la que me cuesta mucho volver sin emocionarme.
Contiene, de hecho, muchas cosas que nunca dije, y un protagonista, Bruno Santana, tan complejo y ambiguo como podríamos ser cualquiera de nosotros.
Música, literatura, misterio, romance… 'Todo aquello que nunca te dije' es una novela que me gusta mucho.
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