Después de la feliz publicación de DESPIÉRTAME PARA VERTE MORIR -desde aquí os doy las gracias por su exitosa acogida- os ofrezco mi primera colaboración con el blog de Casa del Libro :)
La curiosidad que no siempre mata al gato.
Creo que leí en alguna parte que la curiosidad es el motor que movió al hombre a salir de la cueva y desenvolverse en el mundo. Yo, desde luego, no sé si lo llamaría motor, emoción, sentimiento, pero coincido en que sin curiosidad, sin ganas de conocer, los seres humanos hubiéramos avanzado a ritmo de casualidades lo cuál, la verdad, no resulta un pensamiento demasiado alentador.
Sin curiosidad no abrimos las puertas cerradas, sin curiosidad no respondemos a esa llamada inesperada ni aceptamos según qué oferta sólo por saber qué más hay detrás. Lo que está claro es que pocos de nuestros grandes inventores y descubridores hubieran movido un dedo de no ser por ese impulso, esa comezón, de averiguar qué pasaría si.
Lee el resto en el siguiente enlace.
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