viernes, 14 de julio de 2017

Ocho años muy intensos.



Caramba, cómo pasa el tiempo.

Parece que fue la semana pasada cuando me trasladé a Lanzarote con mi primera publicación, Claro de Luna (Ediciones Idea, 2009) bajo el brazo, sin saber todavía lo que me cabía esperar. Ni todas mis ilusiones juntas me hubieran servido para vislumbrar lo que iba a vivir desde ese lejano verano de 2009.

Han pasado ocho años, que se dice rápido. No he tenido tiempo de parar de escribir, corregir, viajar y conocer los dos lados de una moneda, la de la literatura, que no siempre cae del mejor lado. 

Pero sobre todo he conocido a mucha gente —editores, escritores, lectores, amigos todos— que me han hecho crecer como autor y como persona. 

Paseando por este blog y por mis diferentes redes podéis encontrar una cronología, más o menos ordenada, de todo lo acontecido en estos años. Bendito viaje.

Catorce novelas e incontables relatos después, GRACIAS. Y atentos, que después del verano esto sigue.

Queda mucho por contar.



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