Siento haber estado tanto tiempo ausente, estos últimos meses han resultado una locura. Ahora os explico por qué.
No hace demasiado escribí en alguna red que la carrera de escritor sube y baja cambiando de ritmo constantemente. A largos periodos de espera en los que parece que no ocurre nada, suceden rachas de acontecimientos a ritmo frenético y mensajes de ida y vuelta, conversaciones, siempre urgentes, que a veces fructifican y a veces no.
En mi caso, tras casi dos años de dar vueltas y vueltas a diferentes proyectos y justo después de un exhaustivo proceso de búsqueda que parecía no llegar a ninguna parte, cuando ya tenía los brazos tan abajo que casi rozaban el suelo, la cuenta de correo electrónico se ha animado como nunca antes y por fin puedo decir que la espera, la paciencia y el tesón han dado sus frutos.
Siempre insisto en que lo peor y lo mejor que tiene el oficio de escritor es la obligación de saber esperar. Pues creedme, funciona.
Así, si nada se tuerce (en literatura todo puede torcerse antes de fructificar), poco después del verano podré sacar a la luz una nueva novela de terror puro, quizá mi última participación en el género, que me hace una tremenda ilusión.
Lo que parece más seguro es que en el primer trimestre de 2016 publicaré mi primera novela romántica, de la mano de Editorial Siete Islas. Un proyecto muy personal que dará mucho que hablar, estoy seguro.
Y por último, antes del verano de 2016, regresaré por fin a casa, a la novela negra, con la intención de quedarme ya por mucho tiempo. Sobre esta aventura daré detalles más adelante, y ojo, porque no os dejará indiferentes.
En definitiva, la cosa marcha, y vaya si marcha. Os dejo, tengo que seguir escribiendo.
¡Feliz verano de lecturas!
1 comentario:
Toda una gran noticia, amigo. ¡Mucha suerte en todo!
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