Qué difícil es, comprenderán mi emoción, que una pequeña novela, la primera de un autor desconocido, que además ha sufrido y sufre los peores problemas y obstáculos de distribución y promoción, sin apenas difusión a ningún nivel, consiga levantar la cabecita y tocar la fibra de sus escasos lectores.
Claro de Luna fue mi primera novela publicada, algo que debo agradecerle a Ediciones Idea, allá por 2009. Sin embargo, el empuje inicial a esta modesta historia de crímenes y venganzas en la ciudad de Las Palmas no tuvo nunca el apoyo suficiente para llegar más allá de donde yo pudiera llevarla. Me siento tan triste por su poca distribución como orgulloso porque allá donde la han leído ha calado.
Estoy muy feliz de que las casualidades y aciertos inesperados se aunaran aquellos meses de gestación de Claro de Luna para llegar a ver nacer el desafío personal de escribir una novela negra ambientada en mi ciudad.
Aquí os dejo el enlace a la última reseña publicada, casi tres años después de su salida a la luz, de Claro de Luna. Nos la regala Syra Jimez-Pajarero en su blog Camino de Letras.
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