Termina 2014 y con él un ciclo de cinco años en los que las largas horas de escritura previas a ese 2009 han dado su fruto en forma de nueve publicaciones, con sus altos y sus bajos, y más de una decena de relatos repartidos por diferentes antologías.
No sé lo que deparará el futuro, el frenazo ha sido evidente, pero no puedo más que agradecer a los amigos y fieles lectores que hayan perdido algo de su tiempo conmigo. Hay cositas moviéndose por ahí, quién sabe, y yo sigo con ganas de escribir nuevas historias. Muchas ganas y muchas historias, en realidad, si bien el tiempo y las obligaciones familiares y laborales se alían para alejarme de los teclados.
Confío en que 2015 traiga buenas noticias, para mí y para todos ustedes, y les deseo que dentro de un año, cuando compartamos una entrada similar, sea con mejor ánimo.
Hasta pronto, que ya será el año que viene.
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