miércoles, 9 de octubre de 2013

CAMINARÁN SOBRE LA TIERRA en Crónicas Literarias.


Siempre es una gran noticia que un periodista, bloguero o reseñador dedique tiempo a leer tu novela y aún más a reseñarla. No siempre importa que la reseña no sea positiva, uno debe asumir que nunca llueve a gusto de todos, y si lo es tampoco ha de ser motivo de echar las campanas al vuelo y correr a celebrarlo. Siempre pensamos en mejorar, y el que no lo haga así tiene los días contados en este barrio.

Cuando una web como Crónicas Literarias publica una reseña sobre una de mis novelas ya sé que van a tener de todo menos contemplaciones. Sé que si merezco caña me la van a dar, para eso están las críticas, y por eso leer una opinión como ésta acerca de CAMINARÁN SOBRE LA TIERRA me ha hecho emocionarme. Espero que la leáis, y que os convenza.

Como siempre, os pico la curiosidad y dejo el enlace para que encontréis el resto.

Reseña: Caminarán sobre la Tierra, de Miguel Aguerralde, por Víctor Blázquez.


Cuando Dolmen anunció que había fichado la nueva novela de Miguel Aguerralde me pareció una noticia excelente; el autor de la brutal Última parada: la casa de muñecas es un gran narrador. Cuando anunciaron que se englobaría dentro de la Línea Z supe que la lectura de Caminarán sobre la Tierrasería una delicia de entretenimiento y que, además, sufriríamos leyendo. La novela de Miguel Aguerralde comienza mezclando dos líneas temporales, una en el pasado, en la época donde los piratas gobernaban el mar, y otra en el presente, donde un historiador se lanza a la búsqueda de una reliquia perdida. Y esa fue la primera de las sorpresas que el autor nos tenía reservadas, el corte de película de aventuras ochentera que tiñe la primera mitad del libro y que hace que no quieras separar la vista de sus páginas. El título nos avisa que esto va de muertos vivientes. Sabíamos que llegarían y cuando lo hacen es arrasando con Las Palmas y descontrolando lo que hasta entonces parecía un espectáculo perfectamente ordenado. No encontraréis aquí muertos vivientes de los que corren como Usain Bolt dopado hasta las cejas; los de Miguel son muertos vivientes de los que salen de sus tumbas: descompuestos, cadavéricos, lentos, esqueléticos y muy voraces. E, inciso, los muertos recientes son más poderosos al tener aún en su cuerpo vestigios de la energía que tenían cuando estaban vivos. Eso hace que los protagonistas no tengan claro el nivel de peligro de lo que se les acerca hasta que es demasiado tarde.
Y llegamos a ese punto: los protagonistas. Son variados, puesto que estamos ante una novela coral, y los hay de todo tipo. Amables, desagradables, inteligentes y cobardes pero todos ellos bien diseñados y muy reales, tanto que sentimos que podríamos conocer a todos ellos en cualquier momento. Y claro, estamos ante una novela de Miguel Aguerralde, conocido por hacer sufrir a sus personajes y no tener ninguna compasión para con ellos. ¿Recordáis que os dije que sufriríamos leyendo su novela?


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