domingo, 17 de marzo de 2013

Reseñas Desde el Sótano: Soy Leyenda.


Me ha dado por ahí, a raíz de una conversación con mi novia sobre cuál es el libro de terror que más me ha impresionado desde siempre, Soy Leyenda ha vuelto a la primera línea. No dejo de pensar en Neville, en su desgracia, y la terrible congoja que he experimentado cada una de las muchas veces que he leído su aventura.

Recordé que hace años dediqué una reseña a esta obra maestra de Richard Matheson en Desde el Sótano, y aquí os la dejo:


Reseñas Desde el Sótano: Soy Leyenda.




“En aquellos días nublados, Robert Neville no podía saber cuándo se ponía el sol, y a veces ellos ya estaban en las calles antes de que él regresara”.

Soy Leyenda narra la historia de un científico decadente y su lucha por permanecer con vida. Es Robert Neville, el único superviviente de una hecatombe bacteriológica que ha devastado el planeta y ha convertido al resto de la humanidad en una especie de vampiros. Caza-vampiros de día, superviviente de noche, es Robert Neville, el último hombre vivo.

Descubrí esta novela tarde, después de haber leído muchas obras rimbombantes y pagadas de sí mismas a cargo de Stephen King, Pérez Reverte, Ramsey Cambell, Clive Barrer y otros, y encontré un pequeño librito de apenas ciento ochenta páginas, una edición de bolsillo, pero de bolsillo camisero, de la editorial Minotauro, un librito que apenas podía considerar una novela. Pues ese pequeño librito cambió mi manera de imaginar el terror y modeló mi manera de escribir.

Richard Matheson escribió Soy Leyenda en 1954, antes de El increíble hombre menguante, de El último escalón o de La mansión encantada, y antes también de destacar como guionista de cine (gran adaptador de Poe en los filmes de Roger Corman, por ejemplo) y televisión (La dimensión desconocida, sin ir más lejos). Es un autor admirado y adulado por muchos, algunos incluso de los más grandes escritores del género, como es el caso de Stephen King, que le dedica su libro Cell, o del director George A. Romero, que le cita como referencia para La noche de los muertos vivientes. Ha sido adaptada al cine tres veces: El último hombre sobre la Tierra, con Vincent Price; El último hombre vivo, con Charlton Heston; la más reciente Soy Leyenda, con Will Smith. Películas malas de narices que no hacen a la novela ningún favor ni le dan la publicidad que merece.

Volviendo a la novela, sorprende cómo Matheson convierte Soy Leyenda en un compendio de las grandes preguntas existenciales que desde siempre acosan al hombre. Robert Neville es un ser solitario, abandonado, no comprende lo que sucede ni tampoco encuentra el modo de arreglarlo. No entiende por qué sigue vivo ni tampoco por qué lo ha perdido todo. La lucha contra la soledad, contra el aislamiento, el miedo a la pérdida más absoluta, convierten Soy Leyenda en mucho más que una novela de terror.

Pero es que en ese aspecto Soy Leyenda también cumple a la perfección, qué diablos, resulta sublime. Con razón ocupa uno de los escalones más altos del podio de la literatura fantástica y de terror. Robert Neville lucha solo contra una plaga incontrolable que convierte a los seres humanos en criaturas monstruosas sedientas de sangre. Pasa los días cultivando ajos y reparando su casa para prevenir nuevos ataques mientras intenta aprovechar las horas de sol para reducir el número de enemigos. Y la gran pregunta con la que el lector se encuentra apenas abre el libro: ¿qué pasaría si un día no llegara a casa antes del anochecer?

Porque por las noches aparece el verdadero terror. Decenas de seres vampirizados hacen guardia frente a la puerta de su casa llamándole sin cesar, intentando romper su fortaleza para obligarle a salir. Neville debe dar lo mejor de sí para no volverse loco. En Soy Leyenda Matheson refleja un mundo confuso, aterrado por la amenaza comunista, la guerra fría y el miedo ante el horror atómico, nos presenta un planeta víctima de su propio descontrol, capaz de originar una plaga que termina de un plumazo con todo vestigio de la Humanidad.

Soy Leyenda está tan magistralmente escrito que con apenas cuatro personajes principales y un ambiente claustrofóbico dibujado con una habilidad inigualable irrumpe en el lector y le hace partícipe del terror de sentirse acorralado, del pánico por la falta de esperanza, del caos en el que se sume el personaje incapaz de sobrevivir un día más, no ya por miedo a sus enemigos vampiros, si no por el miedo a sí mismo. Por la repulsa de ver en qué se está convirtiendo.

Soy Leyenda es un ejemplo de literatura sencilla pero efectiva. Sencila en la forma, que no en el fondo, y efectva en todos los aspectos. Si quieren una novela con la que pasar verdadero terror, que se lee de un tirón y que no ocupará más que un huequito en el bolsillo de su chaqueta, vayan a comprar Soy Leyenda y si les gusta tanto como a mí, me lo cuentan.

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